miércoles, 16 de diciembre de 2009

LA GUERRA DE LAS SALAMANDRAS

Un capitán descubre una especie de salamandras inteligentes en la costa de Sumatra. Les enseña a hablar y con el tiempo se convierten en mano de obra barata para los empresarios de Occidente... Pero llega un momento en que ya no están dispuestas a aceptar esta situación y reclaman el lugar que creen que les corresponde dentro de la escala evolutiva. Escrita en 1936, esta sátira ironiza sobre el capitalismo sin escrúpulos, la explotación laboral, la carrera armamentística y el fascismo.

Su autor, Karel Capek (1890-1938) es considerado como uno de los mejores autores checos del S. XX. Sus últimas obras, repletas de sátiras y críticas a la sociedad utópica que pregonaba el nazismo en su primera etapa, le llevaron a ser considerado por la GESTAPO como el "enemigo número dos de Checoslovaquia".

La 1ª parte, además de perfecta introducción sobre lo que son y de dónde pueden venir, incluyendo además diversos estilos literarios como cartas o informes científicos, es una gran apología a la idiotez humana. Muerto el capitán, la fatalidad de su destino es inminente.
La 2ª parte me encanta porque nos explica a través de los recortes de periódico de Povondra todos los experimentos, estudios sobre las salamandras, comercio, venta, clasificación, contrabando y miles de barbaridades de forma muy amena, por decirlo de alguna forma.
Menos mal que el humor siempre está presente entre tanta bellaquería.
Lo que veo en general es una crítica al comportamiento de la sociedad cuando un nuevo colectivo sale a la luz. En líneas más generales todavía, ante el cambio. En este caso, son salamandras, como podrían haber sido nativos de nuevas tierras, gente de otras razas, mujeres en el mundo laboral... vamos, cualquier grupo nuevo y diferente en el momento de su presentación en esa sociedad. Pasan por las típicas fases: asombro, miedo, rechazo, comienzo de comprensión, intento de adaptación, conflictos, etc.


La verdad es que sería un libro deprimente si no fuera por las continuas ironías.



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