viernes, 18 de diciembre de 2009

CADENCIA

Sara canta una nana en mitad de la tarde fresca. Las hojas caen de los árboles bailando al ritmo tierno de su melodía. Balancea la cuna con la suavidad de los pétalos al besar la tierra mojada. Huele a lluvia y Sara recuerda los veranos cuando era pequeña en aquella vieja casona. Todo era luz y un viento seco que terminó por ondular su cabello de forma permanente. Sus rizos miran al bebé y se mueven ligeramente al mismo son que la cuna, las hojas y los árboles. Todo está en armonía. La brisa fresca del valle desaparecerá para dar paso a las espigas doradas de la tierra. Los segundos se columpian en las manillas del reloj, juguetones, antes de dar paso por fin al esperado verano.

Autora: Yol
Publicado en el recopilatorio del II Premio Algazara de Microrrelatos "Más cuentos para sonreír"

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